Haz pooo-pó
Los chicos dicen las cosas más inauditas. A veces, dicen cosas inapropiadas en los momentos más apropiados. Por desgracia, quien cuenta esta historia perdió al abuelo. Él era un tipo divertido que adoraba las bromas. Era muy querido por sus nietos. Les cantaba una canción que repetía la frase «haz pooo-pó» una y otra vez, lo que hacía que los niños siempre se murieran de la risa.
Uno de los pequeños invitados decidió traer esto a colación durante el funeral. ¡El primito de seis años del narrador de la anécdota gritó a viva voz «HAZ POOO-PÓ» en medio del elogio fúnebre de la tía! Este arrebato inesperado relajó el ambiente e hizo que todos se rieran porque trajo a la mente de todos un dulce recuerdo del amado padre, abuelo y amigo. A veces, estar de luto por la muerte de un ser querido es agridulce.