#29: Adonde vamos, no necesitamos caminos
Cuando encuentras una patineta original de Volver al Futuro de 1985 en el cobertizo de tus padres, es como descubrir una máquina del tiempo… pero mucho mejor. Puede que tus padres no tuvieran ni idea de lo que tenían entre manos, o puede que estuvieran esperando el momento adecuado para hacer su mejor imitación de Marty McFly.
En cualquier caso, esta patineta es un verdadero tesoro, un recuerdo de una época en la que Michael J. Fox era el tío más genial del planeta y los aerodeslizadores no eran más que una ilusión. Y ahora, con esa patineta en tus manos, puedes sentirte como un viajero en el tiempo, recorriendo el barrio y dejando atrás a libios imaginarios.