#20: Me gusta el apio con un poco de hierro…
Cuando tu amigo te cuenta que ha encontrado un montón de reliquias geniales de principios del siglo XX mientras miraba en una vieja tienda familiar, no puedes evitar sentir una punzada de celos. ¿A quién no le gustaría encontrarse con un tesoro de maravillas antiguas? Pero, teniendo en cuenta que las reliquias son antiguos tipos de medicina, ese sentimiento de celos podría haber desaparecido…
Pero una cosa es segura: estas reliquias son como una ventana a una época pasada, una época en la que la gente llevaba sombreros de copa, usaba plumas y tenía que caminar cuesta arriba en ambos sentidos para ir a la escuela. Y ahora, gracias al descubrimiento de tu amigo, puedes experimentar un poco de esa magia por ti mismo, aunque solo sea una botella de “apio con hierro”… Suena tentador.